Hobbiton fue el lugar elegido para las grabaciones del Señor de Los Anillos debido a que el director Peter Jackson se fijó en esta granja en 1988 y sintió que era similar a la que retrataba en sus libros, los cuales había escrito más de 30 años antes, en 1953.
Una vez que se finalizaron todos los rodajes de las secuelas de la película, los dueños de la granja solicitaron mantener toda la escenografía y los elementos intactos para hacer de esta una atracción turística, la cual fue concedida por los productores y hasta el día de hoy se mantiene abierta al público.