La maravilla natural es históricamente famosa como un destino de luna de miel, en estos días más como una campiña, pero también atrae a una gran variedad de visitantes, especialmente a las familias. La zona turística de la ciudad se centra alrededor de las cataratas Horseshoe (la cascada canadiense que lleva el nombre de su forma arqueada) y las cataratas americanas, ambas que brotan en la garganta del Niágara.