Aunque Wellington es la capital de Nueva Zelanda, vivir en Auckland es la mejor opción. Es una ciudad poblada, grande, diversa y, de hecho, la capital económica del país. Entonces, si estás buscando es una experiencia inolvidable, conoce 7 razones por las que deberías vivir en Auckland.

Auckland para los adictos a la adrenalina

Queenstown puede ser vista como la capital de aventura de Nueva Zelanda. Pero Auckland es una visita obligada para los adictos a la adrenalina. La lista de actividades es bastante extensa: la Sky Tower y el Harbour Bridge se encuentran entre los lugares favoritos. En la costa oeste es un gran lugar para practicar senderismo y barranquismo. Otras atracciones emocionantes son el ciclismo de montaña, los recorridos en moto, los paseos en helicóptero y el kayak.

La isla Waiheke es la razón principal

Aucklanders y visitantes externos adoran la isla Waiheke debido a su notable viticultura, impresionantes playas y actividades de aventura repletas. Llegar a la isla es tan fácil como tomar un ferry desde el centro de la ciudad: un viaje panorámico por la costa de Hauraki que generalmente toma alrededor de 40 minutos. Como residencia de muchos artistas y mentes creativas, Waiheke también tiene un toque bohemio particular: las galerías y los paseos artísticos son parte del atractivo de la isla.

Paisajes naturales a la vuelta de la esquina

Si decides vivir en Auckland podrás disfrutar de parques, reservas naturales, jardines botánicos, playas, volcanes inactivos; Auckland puede no tener el impresionante telón de fondo alpino de la Isla Sur. Una caminata para conocer silvicultura en los alrededores, y los paseos en bicicleta pueden ser un placer. Las Cordilleras Waitakere, el Parque Regional Shakespeare y las Cordilleras Hunua son algunas de las maravillas naturales para descubrir.

El hogar de los mejores restaurantes

Wellington puede enorgullecerse de ser la capital del café y la gastronomía de Nueva Zelanda. Los restaurantes de Auckland siempre reciben los mayores elogios. El lujoso French Café ha ganado varios premios tanto a nivel local como internacional. Los elogios locales como la ‘Guía de buena comida’ anual de la revista Cuisine y los ‘Premios al restaurante del año’ de la revista Metro: Son dominados por restaurantes y cafeterías. Así que vivir en Auckland es un darse auténtico gusto gastronómico.

Las costas son increíbles

Norte, sur, este y oeste: Auckland está rodeada de tesoros costeros. Mission Bay es la playa más cercana al centro de la ciudad y, por defecto, es la más popular. Piha, Karekare y Bethells Beach son algunas de las gemas más aisladas que se encuentran en la costa oeste. Takapuna es uno de los mejores de la costa norte, y hay mucho más por descubrir mientras recorre la región.

La vida silvestre no se limita al zoológico

Eso no quiere decir que el zoológico de Auckland y Kelly Tarlton se dejen de lado. Son excelentes lugares para explorar (especialmente si viajas con niños), pero si realmente decidiste vivir en Auckland para ver la vida salvaje de Nueva Zelanda de la manera más natural, entonces el Golfo de Hauraki será el lugar para hacerlo. Ballenas, delfines, pingüinos y una gran variedad de aves nativas se encuentran entre las diferentes criaturas que puedes ver en tus viajes. Para visitas obligadas específicas, la Isla Rotoroa se ha transformado, a lo largo de los años, en un sitio de conservación donde los visitantes pueden aprender sobre los animales nativos del país. La isla Tiritiri Matangi es otra opción para los entusiastas de la vida silvestre. Si las plantas y la silvicultura son lo tuyo, Rangitoto y Motuihe son algunas de las islas en las que vale la pena aventurarse.

Un mundo artístico por descubrir

La Auckland Art Gallery alberga la mayor colección de tesoros maoríes de Nueva Zelanda (conocida localmente como Taonga). Un increíble arreglo de galerías también se encuentra disperso por toda la ciudad, incluidas las galerías Gow Langsford en el centro, Artspace en K’rd y Te Tuhi en Pakuranga. Si eres más una persona del tipo de arte callejero, mantente atento a las esculturas geniales en el Dominio de Auckland y las que se encuentran dispersas por la ciudad. El arte del graffiti también está ganando terreno, y no es demasiado difícil detectar una pared que se ha transformado en un lienzo mural.